Si bien en 2022 la exportación de vino registró una caída del 10% respecto al año anterior, la industria vitivinícola de Argentina tiene reconocimiento mundial: los principales destinos de exportación son Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Países Bajos. En este artículo veremos cómo vender vinos al exterior desde Argentina y cuáles son los requisitos necesarios.
La industria vitivinícola en Argentina
La vitivinicultura en Argentina es una de las actividades económicas regionales más significativas, no solo para el consumo interno, sino también en términos de exportación: en 2021, las exportaciones crecieron un 13,4%, con Mendoza liderando las ventas al exterior y concentrando alrededor del el 90% del volumen total exportado (datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura de la provincia de Mendoza). Mendoza continúa siendo el epicentro de la producción y exportación de vinos del país.
Si bien en 2022 se registró una caída del 10% en las exportaciones en comparación con el año anterior, la demanda internacional de vinos argentinos sigue siendo fuerte. Este descenso no frena el protagonismo de los vinos argentinos en el comercio exterior que se han ganado un lugar destacado en los mercados más exigentes del mundo. Entre los principales varietales se encuentran los Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay.
Requisitos para exportar vinos
Exportar vinos desde Argentina implica cumplir con una serie de requisitos y normativas tanto a nivel nacional como internacional. El primer paso para cualquier productor o empresa es inscribirse como exportador ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Este trámite puede tardar hasta dos semanas, por lo que se recomienda contar con el asesoramiento de expertos en comercio exterior y normativa vitivinícola para cumplir con los plazos.
En Argentina, el proceso de exportación se maneja a través de la Ventanilla Única de Comercio Exterior Argentino (VUCEA), una plataforma digital que facilita los trámites aduaneros y los controles necesarios para las exportaciones de vino. A través de VUCEA, se pueden integrar los controles del INV y de la Aduana, permitiendo a los operadores involucrados en la exportación gestionar todos los documentos y permisos de manera eficiente.
Uno de los documentos clave que hay que tener es el permiso de embarque. Este incluye todos los detalles de la mercancía, el país de destino, las cantidades, el valor, el tipo de vino y su cosecha, y debe ser verificado por las autoridades. Una vez aprobado, se transforma en una factura definitiva que permite que los productos ingresen al depósito fiscal para ser inspeccionados por la Aduana.
El sistema de selectividad aduanera determina los niveles de control que deben pasar los productos antes de su exportación:
- Si el canal asignado es «verde», no se realizarán más verificaciones y el vino estará listo para el embarque.
- Si es «naranja», se revisará la documentación
- Si es «rojo», habrá una inspección física de la mercancía (puede generar costos adicionales).
Logística y transporte: cómo mover la mercadería de forma segura
Los vinos argentinos generalmente se exportan por vía marítima desde el puerto de Buenos Aires o desde puertos chilenos, si el destino es más conveniente desde el Pacífico. Para envíos a países limítrofes, el transporte suele realizarse por camión. Este método es más flexible y facilita el envío de pequeñas cantidades de vino.
Cuando los vinos se transportan por tierra, a menudo el comprador coordina la logística a través de su agente de cargas en conjunto con un representante en Argentina. Para envíos pequeños, los productos pueden ser consolidados junto con los de otros exportadores en un mismo contenedor.
¿Cómo cobrar el pago de los clientes?
Una vez que se ha realizado la venta y el vino ha sido despachado, es necesario gestionar el cobro del pago. El exportador debe realizar los trámites correspondientes ante su banco para recibir las divisas al tipo de cambio oficial vigente al momento de la liquidación. En Argentina, el proceso de ingreso de divisas está regulado, y existe un plazo de 180 días desde la fecha de salida del producto para concretar el ingreso del pago al país.
Este plazo es necesario para acceder a los reintegros que ofrece el gobierno, como el 7% sobre el valor FOB (valor de la mercancía cargada en el medio de transporte). Este reintegro es un incentivo para las exportaciones, ya que ayuda a mejorar la competitividad de los vinos argentinos en el exterior.
El cobro del pago también está sujeto al cumplimiento de derechos de exportación, aunque las ventas incrementales y los envíos bajo el régimen «Exporta Simple» están exentos de estos derechos. Estos incentivos fiscales buscan facilitar y promover la participación de pequeños y medianos productores en el comercio exterior.